Distintos medios estadounidenses informaron el pasado jueves que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump solicitó a sus asesores en la Casa Blanca que averigüen si es posible comprarle la isla de Groenlandia a Dinamarca.

 La idea parece haber surgido hace pocos meses, cuando en una reunión Trump escuchó que Dinamarca estaba teniendo problemas económicos para financiar a Groenlandia, alguien que se encontraba en la reunión sugirió la compra de la isla como una posibilidad, y Trump le planteó la pregunta directamente a sus asesores. La información brindada indica que Trump ha mencionado el asunto en distintas ocasiones durante las últimas semanas en reuniones y cenas.

Por su parte, la cadena CNN, señalo que Donald Trump ha pedido a Pat Cipollone, abogado de la Casa Blanca, que estudie la posibilidad.

The Washington Post destacó que en la Casa Blanca ya se ha discutido sobre la legalidad de la hipotética compra, de dónde saldría el dinero para la adquisición y del proceso para incorporar un territorio con su propio gobierno.

Ambos medios mencionaron que los asesores de Trump están divididos entre quienes toman la propuesta en serio y quienes la consideran un capricho pasajero.

Cabe resaltar que Trump no sería el primer presidente estadounidense en intentar comprar Groenlandia, ya que, el ex presidente de Estados Unidos, Harry Truman ofreció 100 millones de dólares a Dinamarca por Groenlandia una vez acabada la Segunda Guerra Mundial.

La ministra de exteriores Groenlandesa Ane Lone Bagger descarto desde el inicio cualquier posibilidad de venta.

«Estamos abiertos a hacer negocios, pero no estamos a la venta»

Mencionó Ane Lone Bagger.

Al recibir esta noticia políticos y ciudadanos de Groenlandia expresaron su opinión en Twitter durante las últimas horas:

«Si es cierto que está pensando en eso, es una muestra definitiva de que se ha vuelto loco»

«La idea de que Dinamarca venda 50.000 ciudadanos a Estados Unidos es completamente ridícula»

Aseguró el portavoz en Asuntos Exteriores del Partido Popular Danés, Søren Espersen.

«Debe ser una broma de April Fool’s… ¡totalmente fuera de tiempo!»

Expresó en su cuenta de Twitter el ex primer ministro Lars Lokke Rasmussen.