
El cambio climático desafortunadamente ha causado la muerte de más de 200 renos en lo que lleva del verano. Los investigadores del Norwegian Polar Institute (NPI), agencia federal que vigila y contabiliza la población de renos salvajes, sospechan que los renos murieron de hambre al no poder encontrar comida. “Svalbard es una de las áreas que más nota el cambio climático, lo que tiene consecuencias para los animales que viven aquí”, afirmaron los investigadores del NPI, además de recalcar que nunca antes habían visto tantos cadáveres de animales a la vez.
Este impresionante suceso ocurrió en Svalbard, islas que se encuentran en el Océano Ártico a mitad del camino entre Noruega y el Polo Norte. Miles de especies, viven en esa zona y están acostumbradas a las gélidas temperaturas. El aumento generalizado de las temperaturas han hecho que se alteren los ciclos del hielo y la nieve provocando una crisis climática que parece haber alterado los ciclos climáticos que afectan de forma crítica a la fauna autóctona cambiando la cantidad y estacionalidad de las precipitaciones en forma de lluvia en dicha zona.
Las precipitaciones en el mes de diciembre sin duda fueron las causantes de la muerte de los renos y representan un gran problema a largo plazo; el agua se convirtió en una gran extensión de hielo gracias a la climatología que se tenía en el momento, lo que provocó que los animales no lograran encontrar alimento para pastar y así quedaran aislados bajo la capa de hielo.
Según un informe presentado por la administración Nacional Oceánica y Atmosférica la población de renos ha disminuido más del 55% desde la década de los 90.
El instituto meteorológico de Noruega confirmó que en Longyearbyen, la capital de la zona, la temperatura está subiendo presurosamente, incluso mencionaron que está subiendo más rápidamente que en cualquier ciudad de la tierra.